Si el pecado es tan malo ¿Porqué es tan comúnmente practicado?

Esta es una pregunta la cual nos puede hacer pensar, meditar e incluso reflexionar sobre muchas cosas. Si el pecado es destructivo para nuestro propio cuerpo, para nuestro propio ser moral y social, para la familia, el matrimonio y todos quienes nos rodean ¿Porque razón la humanidad cae una y otra vez en tales acciones las cuales le traen consigo consecuencias negativas sumado a ellas una separación entre Dios y el hombre (Isaías 59:1-2)?

No existe mejor fuente para poder responder a esta pregunta tan intrigante que la misma Biblia, la palabra de Dios, donde Dios nos da a conocer que es el pecado.

El pecado puede considerarse como transgredir o quebrantar los mandamientos divinos, ofender a Dios o bien fallar el blanco, en otras palabras cuando pecamos nos desviamos del propósito por el cual Dios nos creó. 

Momento en el cual Adán y Eva son expulsados a causa de su desobediencia. 

En el principio Adán y Eva estaban en el Huerto del Edén en un estado de Santidad no probada o inocencia, en ese estado la carne estaba en total sujeción al espíritu humano, cuando Adán y Eva pecaron perdieron este estado y comenzó la corrupción a morar dentro de ellos, los cual es conocido bíblicamente como "los deseos de la carne". Ellos como nuestros padres humanos pecaron y está naturaleza ha sido transmitida desde entonces, hasta llegar a nosotros (Cf. Romanos 5:12).

Jehová Dios, desde el principio logró discernir que las posibilidades de pecar para la humanidad caída eran eminentes (Cf. Génesis 4:7). Después de muchas generaciones posteriores a Adán y Eva se produjo una decadencia moral, social y espiritual en la humanidad, donde Jehová decidió erradicar a casi toda la creación viviente con un diluvio (Génesis 6:13), después del diluvio Jehová sabía que la humanidad volvería a caer en los mismos delitos y pecados. (Cf. Génesis 9:6). 

Por medio de las escrituras nos damos cuenta del pacto de Dios con Abraham y después del de Dios con el pueblo de Israel por medio de su Siervo Moisés, a pesar de esto no fue suficiente para dar una solución contundente al pecado en el hombre. Podemos darnos cuenta que el hombre peca porque está impregnada en su existencia terrena la posibilidad y la tendencia hacia el pecado.

Es lo que ha acontecido con la humanidad durante estos casi 6,000 años de estancia de la misma en la tierra de acuerdo a la genealogía bíblica. Ante esto Dios decidió establecer un nuevo pacto con la humanidad a fin de dar una solución contundente a la naturaleza pecaminosa de la humanidad caída, Pacto conocido bíblicamente como "El pacto de la gracia".

El hombre por naturaleza está esclavizado a su naturaleza pecaminosa, peca una y otra vez sin llenar el vacío de su alma, sin encontrar el propósito de su existencia. 

Jesucristo en su ministerio terrenal en una ocasión hizo la analogía del pecado comparándole con la esclavitud, de esta forma Jesús dejó claro que toda persona está sujeta a pecar y no puede tener un dominio sobre esta naturaleza inclinada hacia el mal o el pecado (Cf. Juan 8:32).

Una persona sin una comunión con Dios por medio de su Hijo Jesucristo (1 Corintios 1:9) tiene como consecuencia inmediata y pertinente una conciencia cauterizada y el espíritu adormecido o "muerto", ante esta lamentable situación del hombre Dios decidió hacer lo siguiente:

1. Enviar a su Hijo Unigénito para perdón de pecados (Juan 1:29).

2. Proveer salvación por medio del acto expiatorio de Jesús.(Juan 3:16).

3. Poner en el hombre el Espíritu Santo (Juan 14:26; 1 Corintios 3:16-19).

4. Justificar al hombre, regenerarlo y santificarlo (Romanos 8:1; Efesios 4:24; 1 Tesalonicenses 5:23-24).

5. Una nueva naturaleza en el hombre [La del Espíritu] (Gálatas 5:22-23).

En Cristo Jesús las cadenas del pecado son rotas. 

Lo anteriormente descrito se da cuando el hombre reacciona satisfactoriamente al mensaje del evangelio de Jesucristo (Cf. Juan 8:32-36), se arrepiente y se convierte a Dios (Hechos 3:19). La cura al pecado está únicamente en Jesús, porque es el único por el cual Dios ha puesto la disposición la Salvación para la humanidad. 

Por la iniciativa e intervención divina tenemos el don de la Salvación y el método eficaz para que la carne esté sujeta nuevamente a nuestro espíritu humano desde luego por el poder de Dios a través de la personalidad del Espíritu Santo. Amén.

También puedes leer nuestro estudio anterior: ¿Porqué es importante practicar la palabra de Dios?

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Puede contactar al autor: Kevin H. Dávila.