El hombre y su liderazgo.


Cuando Dios creó a Adán le dió a su cargo un gran liderazgo, en donde él iba a ejercer como líder de toda la creación de Dios (Cf. Génesis 2:15-20), pero también es evidente que Adán fracasó como líder, a tal punto que llevo a toda la humanidad a la caída, en donde se encuentra hasta el día de hoy muerta en sus delitos y pecados (Efesios 2:1-2), pero gloria a Dios que por medio de Cristo Jesús los que le hemos recibido, somos libres de toda condenación (Romanos 8:1).
Para comenzar con un ejemplo del tema de este estudio vamos a comparar dos pasajes bíblicos, para lo cual es necesario poner atención a los mismos a fin de tener mayor capacidad de recepción en la explicación de los tales:
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Génesis 2:15-17
Dios en el pasaje anterior, dio una instrucción específica a Adán de que tenía potestad sobre la creación, por lo tanto tenía la responsabilidad de cuidar y guardar el huerto de Edén y a su vez le dio a conocer que debía de abstenerse de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, esta instrucción fue dada a Adán antes de la creación de Eva, ella fue creada después (Génesis 2:20-23).
Por lo tanto Adán se veía en la responsabilidad de transmitir la instrucción de Dios a su mujer Eva, lo cual él hizo pero al parecer no existió una buena comunicación y la actitud correcta por parte de Adán como líder, ahora leeremos detenidamente el siguiente relato bíblico:
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomo de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.”
Génesis 3:1-6

El origen de la caída del hombre fue producto de una mala comunicación entre Adán y Eva, y un liderazgo flexible por parte de Adán. 

Satanás tentó a Eva a desobedecer a Dios, Adán se dio cuenta de tal acontecimiento, y evidentemente él perdió  influencia sobre su esposa hasta el punto de ser influenciado por Eva quien había sido mal influenciada por Satanás. Adán en lugar de tomar una actitud de autoridad y corrección cedió fácilmente ante el ofrecimiento de Eva y de este modo se produjo la caída del hombre, producto del mal liderazgo que ejerció Adán en su momento.
Evidentemente el liderazgo tiene que ver directamente con influencia, ser un líder implica tener la capacidad de influenciar en los demás. La influencia es el poder o autoridad que alguien tiene sobre las demás personas, por ejemplo cuando el hombre dentro de la familia tiene la capacidad para resolver los problemas y suplir las necesidades existentes dentro del hogar sin duda su influencia aumenta.
Por ello como hombres debemos de ser aptos para poder resolver los problemas que se presenten en nuestro entorno y suplir las necesidades del mismo a fin de que podamos ser agentes de influencia.
Como hombres dentro de nuestra familia y la sociedad en la cual nos desenvolvemos podemos ser agentes de influencia, pero cabe recalcar que de nosotros depende el ser una buena o mala influencia. Existen varios métodos para ejercer influencia, de los cuales vamos a considerar 7, desde el peor hasta el más virtuoso de ellos:
1. Fuerza: Consiste en imponerse sobre los demás aún si para ello es necesario hacer uso de la fuerza.
2. Intimidación: Es quebrantar la voluntad de los demás por medio del acoso verbal o emocional.
3. Manipulación: Obligar a otros a actuar aún en contra de su voluntad.
4. Intercambio: Dar algo a cambio para recibir otra cosa.
5. Persuasión: Es el uso de capacidades verbales para mover a alguien a la acción. Este método de influencia es más virtuoso que los anteriores porque consisten en dar a conocer las consecuencias futuras con el propósito de retomar una actitud diferente.
6. Motivación: Es vigorizar a otras personas para que ellas de su plena voluntad quieran actuar.
7. Honor: Comunicar estima a los demás al servirles, inspirándoles a actuar. Este sin duda es el mejor método de influencia, sobre todo cuando lo que se persigue es el principio de honrar a Dios.
Nuestro liderazgo como hombres será de éxito sólo cuando nuestro principal móvil sea el de dar gloria y honor a Dios, ahora vamos a ver el siguiente pasaje bíblico:
“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.”
1 Corintios 11:3
Cuando como hombres nos sometemos a la voluntad de Dios, sin duda alguna nuestro liderazgo será justo y equilibrado, por lo tanto se nos será fácil ejercer influencia por el método de honor, porque procuraremos honrar y glorificar a Dios en medio de nuestro liderazgo en la familia, en el matrimonio, en la empresa, en el centro de estudios, en la Iglesia etc.
Dios honra, a los que le honran (1 Samuel 2:30), evidentemente Dios da la capacidad de influenciar a aquellos quienes se dejan influenciar por Él.
Pero podemos ver hoy en día que el papel del hombre dentro de la familia y el matrimonio deja mucho que desear, porque se ha visto al hombre siendo alguien irresponsable, falto de carácter, machista, dominado por su emociones y pasiones, carente de compromiso y falto de palabra.

Como varones estamos retados a tener la capacidad de dirigir y llevar por el rumbo correcto lo que Dios ha puesto en nuestras manos

Carencia de liderazgo por parte del hombre en la Iglesia actual.
Lamentablemente en las congregaciones de hoy en día se puede evidenciar la falta de liderazgo en la cual ha caído el hombre, para ellos solo citaremos algunos ejemplos:
Ø Dentro de las congregaciones hay más mujeres que hombres.
Ø Las mujeres se disponen que los hombres al servicio de Dios.
Ø El hombre no se dispone a retomar su papel.
También podemos notar que cuando una mujer se convierte al evangelio su impacto en la familia es poco, más sin embargo cuando es un hombre que se convierte a Cristo la familia también sigue sus pasos. El hombre debe de preocuparse por ser un buen líder con la capacidad poder influenciar positivamente a quienes les rodean.
Si usted siente que de cierto modo ha fracasado como líder dentro de su entorno, nunca es tarde para venir a Cristo y pedir de Su ayuda a fin de que él le dé las pautas para ser una buen líder y sobre todas las cosas le dé la capacidad para ser una buena influencia en el entorno en el cual se desenvuelve.
Nuestro liderazgo debe de honrar a Dios, cuando honramos a Dios, Él nos da la capacidad para influenciar a nuestra familia y demás personas porque hemos permitido ser influenciados por Él. Espero de todo corazón que éste estudio le haga reflexionar sobre el su papel como varón en medio de su familia y entorno en el cual se desenvuelve.
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Puede acceder a nuestro estudio anterior, titulado: "El diseño de Dios en el matrimonio."

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También puede contactar al autor: Kevin H. Dávila.

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