¿Porque es importante practicar la palabra de Dios?


La palabra de Dios es la única verdad, en un mundo lleno de mentiras. (Cf. Juan 8:32).

La suma de tu palabra es verdad,Y eterno es todo juicio de tu justicia.
Salmos 119:160

En esta pasaje bíblico podemos apreciar que la Biblia desde el antiguo testamento alude ser la palabra autoritaria e inspirada de Dios. La palabra de Dios es la verdad absoluta que rige a toda la creación, podemos apreciar en este Salmo que desde la antigüedad los escritos disponibles en ese tiempo eran considerados la verdad, la palabra de Dios.

El juicio de Dios es eterno porque está basado en su justicia, el recompensará a todos, esto lo hará según la obra, si estás son buenas dará vida eterna, si estás son  malas  condenación (Juan 5:29; Cf. Gálatas 6:7-8). Las buenas obras son tomadas en cuenta para recompensar a los salvos (2 Corintios 5:10) y las malas obras para los no salvos para poder determinar su castigo con justicia en el juicio probatoria ante el gran torno blanco (Apocalipsis 20:11-12).

Esta demás decir que las buenas obras son las manifestación exterior de la genuina fe interior, de modo que no existe alguien que tenga fe y no tenga buenas obras, si dice tener fe sin buenas obras, su fe es falsa.

Uno de los fragmentos más antiguos del Evangelio en el original griego koiné. 

Podemos apreciar que la Biblia también nos enseña que:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16-17

La palabra de Dios nos redarguye dándonos a conocer que es el pecado, que concepto tiene Dios de él y a que actos Dios les considera pecado, Dios nos da sus instrucciones en su palabra, la Biblia, y el conocimiento de su ley y/ó instrucciones produce en nosotros la conciencia, de modo que cuando nos equivocamos nuestra conciencia nos acusa y cuando hacemos el bien nuestra conciencia nos aprueba.

Cuándo nos equivocamos nos instruye para poder arrepentirnos y experimentar nuevamente la gracia de Dios, para instruir en justicia dándonos la guía para identificar lo malo y lo bueno delante de los ojos de Dios.

Tomando en cuenta que  la justicia de Dios es eterna. Todo lo que para Dios es bueno siempre lo ha sido, lo es y lo seguirá siendo, de igual forma lo que es malo ante sus ojos.

Debemos de cuidarnos de las malas influencias, las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres (1 Corintios 15:33).

Por lo que en la palabra de Dios también encontramos escrito lo siguiente:

Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
1 Timoteo 6:3-5

En ocasiones podremos encontrarnos con personas que nos aconsejan o nos quieren influir a que hagamos lo malo, Dios en el presente pasaje bíblico nos advierte sobre estas personas. Son personas que de acuerdo a la revelación bíblica están perdidas, engañadas, teniendo entenebrecido el entendimiento, aborrecedoras de Dios, privadas de la revelación de Dios, que se valen de la vana sabiduría humana, las cuales sólo traen consigo malos frutos.

La palabra de Dios nos advierte sobre estas personas y también nos ordena que nos apartemos de ellas, que no participemos de sus deleites. Esto no significa que debemos de ignorarlas o pasarlas por alto, porque de modo contrario no cumpliríamos con la gran comisión de predicar el evangelio (Mateo 28:18-19).

Es importante practicar la palabra de Dios, porque que nos alineamos a su voluntad, adoptamos el modelo de Dios, el modelo original de nuestra creación, siendo conforme a su imagen y Semejanza (Cf.  Génesis 1:26; Efesios 4:24), teniendo comunión nuevamente con Dios por medio de Jesús (Cf. Romanos 5:10), siendo herederos de todas las promesas espirituales de Dios (Romanos 8:17), ya no más muertos en nuestros delitos y pecados, dándonos vida eterna en Cristo Jesús (Efesios 2:1-2; 5).

Porque todo el que práctica la palabra de Dios, da evidencia clara de su relación salvadora con Jesús (Cf. Mateo 7:20).

En conclusión pacticar la palabra de Dios nos hace partícipes de las bendiciones de Dios, debemos de estar plenamente convencidos de que la palabra de Dios es la verdad la cual nos guía hacia a la eternidad, la cual nos permite conocer la voluntad de Dios, nos redarguye, nos instruye dando a conocer la justicia de Dios. Porque la palabra de Dios es la que liberta, cambia, transforma y sustenta al hombre. Amén.

También puede leer nuestro estudio anterior: ¿Cómo podemos desarrollar la fe?

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