El diseño de Dios en el matrimonio.
El hombre a causa de la dureza de su corazón carece de la facultad para poder determinar un modelo idóneo en el matrimonio, puesto a que se deja guiar siguiendo ideales egoístas en donde no existe la equidad y el equilibrio que debería de existir en todo buen matrimonio.
Se ha podido evidenciar que la taza de divorcios de los años 2000 hasta a nuestros días se han disparado en más del 150%, y es lamentable saber que la cantidad de matrimonios cristianos que se divorcian es similar a la de aquellos que no lo son, aquí se hacen evidentes las palabras de Jesús cuando dijo: “Por la dureza de vuestro corazón permitió este mandamiento…” (Marcos 10:5) Jesús dijo que el único motivo que conlleva a los divorcios en el matrimonio es la dureza del corazón, el cual está lejos de Dios.
Cuando solemos dejarnos guiar por nuestros propios pensamientos e ideales es desastroso para nuestro matrimonio (Jeremías 17:9), porque comenzamos a actuar según nuestras ideologías, y cuando se piensa así, normalmente se piensa más en el bienestar propio que en el de la pareja, cuando debería de ser todo lo contrario.
Otro peligro enorme es dejarnos llevar por las ideas erradas de los demás, ya sea que éstas vengan de nuestro familiares, amigos o del contexto social en el cual vivimos, porque todas estas ideologías se derivan de la sabiduría humana y no conforme la instrucción bíblica (Colosenses 2:8).
En la actualidad podemos ver ideologías tan peligrosas como el machismo y el feminismo de las cuales se deriva el autoritarismo, lo que produce a su vez que tanto el hombre a como la mujer pierdan su identidad y se adentren en una especie de lucha en búsqueda del poder o del dominio en medio de la relación matrimonial.
La Escrituras nos dicen: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…” (Oseas 4:6). Aun los matrimonios cristianos suelen ser víctimas de la separación y llegan al divorcio, y esto se da porque muchas veces los matrimonios cristianos están faltos de conocimiento, faltos de instrucción bíblica. Algo que acrecienta y empeora las cosas es que la mayoría de ministerios cristianos pequeños no dan el debido valor e importancia que tiene la familia cristiana, a causa de esta indiferencia es común ver en los mismos disolución de la familia y el matrimonio.
En Pura Biblia tenemos como objetivo principal dar a conocer el lugar que merece la instrucción bíblica en el pensamiento humano y la vida cristiana, y cuan conveniente es para todo cristiano conocer la verdad convincente y clara que fluye de la Palabra de Dios concerniente a su vida moral, matrimonial, familiar y social.
A continuación daremos a conocer de forma muy breve 10 características que deben de marcar a todo matrimonio cristiano bajo la voluntad de Dios:
1. Ambas partes deben de tener una comunión íntima con Dios:
Para que un matrimonio conforme al diseño de Dios pueda darse es imprescindible que ambas partes del mismo tengan una relación salvadora con Dios y estén conectado en el propósito de querer sobre todas las cosas agradar a Dios en medio de su matrimonio.
2. Deben de aprender a ser felices con Dios para después poder hacer feliz a su pareja:
Es importante que la pareja desde antes de haber consolidado la relación mediante el compromiso tenga la necesidad de la felicidad satisfecha por parte de Dios, para así no esperar que su pareja le haga feliz, sino que ambas partes sean proactivas buscando primeramente el bienestar de la otra parte.
3. El matrimonio como tal debe de regirse por la autoritativa palabra de Dios (2 Pedro 1:19-21; 1 Timoteo 3:16; Salmo 119:160; Isaías 40:8):
Es importante que el matrimonio considera a la Palabra de Dios como Inspirada, Autoritativa, Infalible e Inerrante para que el matrimonio como tal se deje moldear únicamente por las directrices divinas y no entrar en contienda por establecer una ideología propia o ajena acerca de lo que debería de ser el matrimonio, las responsabilidad y privilegios que se tiene en el matrimonio.
4. El único vínculo que debe de unir a un matrimonio debe de ser el amor y éste debe de caracterizarlo, la naturaleza de este amor debe de ser sacrificial (1 Juan 4:7-11; 1 Corintios 13:4-8).
Debemos de asegurarnos que en un inicio lo que nos haya unido a nuestra pareja haya sido únicamente el amor, no por una atracción o fascinación totalmente ajena a la genuina naturaleza del amor. Si lo que unió a una pareja en el inicio fue un dote, un potencial, talento, un cuerpo atlético, una belleza externa etc, lamentablemente esta pareja está mal fundamentada, cuando esto ocurre es necesario que la pareja redefina el vínculo que les unió, siendo éste el amor. El amor es el vínculo perfecto (Colosenses 3:14), que garantiza el exitoso de nuestro matrimonio, la estabilidad y perdurabilidad del mismo.
5. Debe de ser una relación exclusiva entre el esposo y la esposa únicamente (Hebreos 13:4; Proverbios 6:32-33).
Es de vital importancia que en un matrimonio conforme al diseño de Dios exista la fidelidad, porque esto permite dar el carácter santo y sagrado que Dios le da al matrimonio. Es indudable que el adulterio para la mayoría de los matrimonios podría significar el colapso de una relación matrimonial y la desintegración de una familia. A como dice la Escritura: “El que comete adulterio es falto de entendimiento.”
6. Debe de ser una relación hermética (Solo entre las 2 partes implicadas) y centralizada (En torno a la pareja), libre de la intervención de demás familiares y amistades. (Génesis 2:24).
Es imprescindible para todo matrimonio tomar el principio que origina la existencia de un matrimonio bajo la bendición de Dios. Toda pareja de dejar a sus padres, unirse y ser una misma carne, en otras palabras deben de comenzar un núcleo familiar por sí mismos. Importante aclarar: El dejar a los padres no es sinónimo de abandono total, siempre debemos de respetarlos, honrarlos y velar por sus necesidades principalmente si están en una edad bastante avanzada.
7. Estar bajo el Señorío de Cristo (Cf. 1 Corintios 11:3), reconociendo que Dios nos ha dado la instrucción de poner en primer lugar a nuestra pareja como señal evidente de sumisión mutua (Efesios 5:21).
La pareja debe de reconocer el Señorío de Cristo para que no se les dificulte el poner en primer lugar a su pareja y velar por el interés de ella y el de la relación.
8. Deben de cumplir con sus responsabilidades (1 Corintios 7:1-5; 10-11).
Parte integral de todo buen matrimonio lo es la sexualidad. Se le debe de dar la debida importancia a la sexualidad porque es uno de los principales fundamentos de un matrimonio sano. Debe de haber entre la pareja una satisfacción mutua en medio de la relación íntima y tanto el hombre como la mujer deberían de experimentar por lo menos un orgasmo en cada encuentro. Para preservar el carácter santo y sagrado del matrimonio no debe de introducirse el consumo de material pornográfico, actividades degradantes como el sexo anal, el sexo oral, el uso de juguetes sexuales, que son producto de la lascivia humana y las pasiones desordenadas de la misma.
Parte de la responsabilidad de todo buen matrimonio también es que permanezcan juntos.
Las responsabilidades o dignidades que tiene el hombre en el matrimonio son: Amante, Proveedor, Protector y Guía espiritual. Las responsabilidades de la mujer son: Amante, Amiga y Ayuda Idónea.
9. Ser uno en propósito, es decir, debe de haber unidad. (Cf. Hechos 18:1-3; 24-26).
Por medio de las Escrituras podemos ver el registro de un matrimonio, se trata de Aquila y Priscila, por medio de ellos podemos ver cuán importante es para todo matrimonio ser uno en propósito porque garantiza el éxito del mismo en todas las áreas.
10. Jamás se debe de considerar el divorcio como una solución (Mateo 19:5-6; Marcos 10:6-9).
Nunca un matrimonio conforme al diseño de Dios toma como una alternativa para la resolución de los problemas o bien para darle la espalda a los mismos el divorcio. El divorcio es repudiado por Dios y está en contra de su perfecta voluntad (Cf. Malaquías 2:16 TLA), el hecho de que Dios lo permita no es sinónimo de que lo apruebe. El divorcio se da por causa de la dureza del corazón, y es evidente que un corazón endurecido es incapaz de ser sensible a la voluntad de Dios, más sin embargo si nosotros somos cristianos en nosotros no debería de ser así.
Cabe mencionar, que las características anteriormente descriptas solo encierran los rasgos más destacables a tomar en cuenta en un matrimonio cristiano que ha permitido a Dios gobernar su vida familiar y matrimonial. El diseño de Dios en el matrimonio se puede establecer en los matrimonios que le han reconocido a Jesús como el Señor y Salvador de sus vidas.
Evidentemente el matrimonio tiene un gran sinnúmero de responsabilidades y a su vez un gran sinnúmero de privilegios, es conveniente que como cristianos dependamos de la instrucción bíblica a fin de no fracasar en nuestro caminar diario.
Pidamos a Dios que ilumine nuestro entendimiento y ponga de su Gracia en nuestras vidas a fin de que seamos por Él capacitados para poder obrar según Su voluntad. Amén.También puede acceder a nuestro estudio anterior titulado: ¿Cómo podemos romper los límites a través de la fe?
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